Blanca, cálida, suave, la Lana nos acompaña desde antes que fuese historia, nuestros ancestros aprendieron el arte de su cardado en el Neolítico, comenzando una tradición que vive todavía. Las propiedades y características de la lana (alta capacidad termoaislante, durabilidad y peso reducido) hicieron que se convirtiese en la compañera de viaje perfecta, desde una migración en la edad del bronce a tu fin de semana por la montaña. Por su proceso de producción y su fácil reciclabilidad, se adapta perfectamente al marco de una economía local, sostenible, más humana y equitativa. Después de cierto declive en favor del forro polar, vuelve a estar en auge experimentando una decidida subida de precios y el interés de las grandes empresas que producen material de montaña.
Índice
- Composición
- Propiedades y características de la lana
- Proceso de producción
- Usos y cuidado
- Historia de la lana
Composición de la fibra de lana
La Lana es una fibra natural obtenida del vello de diferentes clases de simpáticos mamíferos. El 40% de la producción mundial se obtiene de ovejas merinas, el 43%, de cruces con merina y el restante 17% de otras variedades de ovejas u otros animales como camello, alpaca o cachemira. La fibra de lana está compuesta por una capa externa de células planas, superpuestas de forma parecida a las escamas de un pez, que forman proyecciones puntiagudas o dientes; y el cuerpo interno de la fibra, formado por células alargadas y puntiagudas, un poco como hélices muy aplastadas, que contienen queratina, (un tipo de proteína) agrupada en mechas. La fibra de lana crece en ondas, lo que suele darle este aspecto rizado tan característico y familiar. La fibra en su estado natural presenta impurezas, desde el cebo del mismo animal a la tierra o paja que se pegan a la fibra cada vez que el animal se echa una siesta o se revuelca sobre el suelo. Es solo a través de un largo proceso, que se podría llevar a cabo de forma totalmente natural y sin necesidad de maquinarias, que obtenemos a partir del vello una materia prima lista para fabricar todo tipo de prendas y materiales.
Propiedades y características de la Lana
Las propiedades y características de la lana, como longitud, finura, resistencia, densidad, color, brillo, suavidad, dependerán de mucho factores, siendo los más importantes la raza y su selección dentro de la cabaña, la edad del animal, el clima en que se cría, su nutrición y salud. La forma de trabajar la fibra conllevará ulteriores variaciones en sus prestaciones finales.
- Durabilidad. La lana es una fibra muy elástica, su alta flexibilidad la defiende de un desgaste rápido provocado por fricción; por la misma razón no es fácil destruir su estructura, siendo posible reciclar las fibras de lana de viejo material.
- Elasticidad. La lana es la fibra natural más elástica, se puede alargar hasta un 50% de su longitud. Su elasticidad está a la base de otras importantes características y propiedades como suavidad, durabilidad y alta capacidad termoaislante.
- Alta capacidad termoaislante. Debido a su estructura, las fibras de lana retienen una gran cantidad de micro bolitas de aire. El aire tiene baja conductividad térmica o sea el calor no la atraviesa fácilmente. Cuando llevas puesta una prenda de lana, el calor generado por tu cuerpo se dispersa al exterior muy lentamente porque tiene que atravesar el “muro de aire” generado por las fibras. También vale al revés, si la temperatura del ambiente externo es muy alta el calor tendrá dificultad en atravesar la fibra y llegar a tu cuerpo, por eso la lana se utiliza tanto en el desierto como en Copenhague. La lana es una fibra higroscópica, es capaz de absorber más del 50% de su propio peso en agua; cuando sudas, la lana absorbe el sudor y lo transmite al exterior manteniendo el cuerpo seco, un cuerpo seco pierde temperatura más lentamente que un cuerpo mojado. Si el ambiente externo resulta muy húmedo, la lana, expuesta directamente al aire, absorbe la humedad perdiendo parte de su cualidades térmicas. Una prenda fabricada en lana se seca lentamente, si por un lado esto puede ser un inconveniente, por otro reduce la posibilidad de un enfriamiento rápido debido a la perdida de calor causada por la evaporación. Más fina la lana más alta su capacidad termoaislante. Las fibras finas dispersan mejor los rayos de luz y aparecen menos brillantes que fibras gruesas.
- Resistencia al fuego y a los ácidos. La lana arde sin llama y más lentamente que las fibras vegetales, resiste mejor a los ácidos que a los álcalis.
- La fibra de lana resiste a la mayoría de hongos y bacterias. Se suele considerar hipoalergénica, cualquier cosa eso significa… Siendo básicamente proteína, la lana es un almuerzo perfecto para polillas y otros insectos.
- Fieltramiento. Por su estructura “dentada” y sus características químicas, la lana se fieltra fácilmente.
Proceso de producción de la lana
El proceso de producción de la lana es largo e involucra diferentes fases, a menudo ejecutada por diferentes personas. En los párrafos siguientes trataremo cada fase a parte, hablando tanto del proceso de producción tradicional cuanto del proceso de producción industrial.
Esquilado
El proceso de producción de la lana comienza con el esquilado, o sea el corte del vello. El vello del animal se corta todo de una pieza; la cantidad de lana obtenida de una oveja adulta depende de la raza y otros factores y va de 2 a 5 kilos. El esquilado tiene lugar al menos una vez al año, normalmente en verano, pero las fechas pueden cambiar según lugar y necesidades. El esquilado se realiza a mano con una cortadora eléctrica parecida a las maquinillas para cortar el pelo humano; algunos ganaderos prefieren el uso de tijeras manuales, en este caso el esquilado es más lento pero preserva la capa de grasa del animal y la total integridad del cuero. Se puede esquilar con el método criollo, atando al animal, o con el método “australiano” sin sujetar al animal; el método australiano se considera menos estresante. El esquilado bien hecho no daña al animal, más contribuye a su bienestar. Es importante que el esquilado se realice cuando el vello está seco para poder almacenar la lana sin humedad, lo que comprometería la calidad del material.
Clasificación.
La lana obtenida del esquilado viene separada y clasificada según su calidad. La calidad de la lana se determina de acuerdo con muchos factores, como el largo de la mecha, finura, resistencia, suavidad y lustre. La clasificación puede ser hecha en laboratorio o “manualmente”, tocando y observando la fibra bruta.
Lavado y secado
Una vez calsificada, se procede al lavado de la lana bruta. El lavado elimina gran parte de las impurezas acumuladas en el vello durante la vida del animal y la sarna producida por su propia piel. Se puede realizar con maquinarias industriales o a mano, con un primer lavado con agua caliente seguido de un buen remojo en agua fría. De la misma manera, el secado de la lana se puede realizar en una secadora industrial o de forma tradicional, al sol si el tiempo y la temporada lo permiten, o en lugares cerrados y cerca de fuentes de calor, como era antaño la lumbre. En los procesos de lavado industrial de la lana, si los residuos vegetales presentes en la fibra exceden una cantidad establecida, se procede al carbonizado, un proceso añadido que elimina las impurezas con método químico. Ten cuidado cuando en una gran superficie como Decathlon te venden lana no teñida hablando de salud y medioambiente, porque si es verdad que no ha sido teñida probablemente ha sido aclarada o procesada con productos químicos; las únicas lanas verdaderamente saludables son las no teñidas y producidas con el método tradicional.
Escarmenado
El escarmenado de la lana consiste en desenredar y separar delicadamente las mechas de lana sin que se rompan. El escarmenado puede hacerse literalmente a mano, sin la ayuda de ningún tipo de instrumento, con una sencilla herramienta tradicional o con maquinaria industrial. Es a partir de del escarmenado que la lana adquiere una textura más suave.
Cardado
El cardado de la lana consiste en peinar las mechas para que luego la fibra pueda hilarse con facilidad. El cardado tradicional se ejecuta con dos cardas, una carda es una pequeña pala cubierta de púas, parecida al cepillo para perros pero más grande. La lana se pone en una de las cardas, luego se coge una segunda carda, se superponen y se tiran las dos en sentido opuesto repitiendo la operación todas las veces que sea necesario hasta que las mechas estén bien peinadas. La lana peinada se saca de la carda con las manos, “amasándola” muy suavemente hasta obtener unos “cilindros” ahusados llamados luetas.
Hilado
La fase del hilado de la lana, consiste en transformar las mechas en hilos; se realiza a través del huso y la rueca. El huso es un corto palo de madera con la puntas redondeadas que se adelgaza progresivamente hacia sus extremos; en uno de los extremos está puesto un disco de madera que actúa de tope y de contrapeso. La rueca es un palo más largo que lleva un “ojo” en una de sus extremidades. La primera fase del hilado paso consiste en estirar, juntar y torcer las luetas alrededor de la rueca; el resultado final es como un esbelto algodón de azúcar, o sea un hilo muy grueso formado por las luetas unidas una a la otra, enrollado en la rueca. En la segunda fase del hilado, la extremidad de este hilo grueso se comienza a estirar a mano y se engancha al huso. El tercer paso del hilado consiste en desenrollar el hilo de la rueca y se va estirando con las manos y retorciendo con el huso. El hilo se afina más y más y se enrolla progresivamente alrededor del huso, obteniendo una husada.
Del huso se obtienen ovillos, o sea un largo hilo de lana enrollado alrededor de un eje, que puede ser de cartón, madera u otro material. Otra forma tradicional de hilar la lana es utilizando la rueca de pedal, una maquinaria básica pero extremadamente eficiente que permite agilizar el hilado. El resultado son madejas de cierto tamaño que luego se ovillan. Se ha planteado que en época prehistórica el proceso se realizaba utilizando solo los dedos y las manos.
Teñido
La última fase del proceso de producción de la lana es el teñido. Cualquier proceso de teñido es contaminante y responde a puras necesidades estéticas y culturales: la fibra de lana se podría utilizar con su color natural y a un coste más barato por saltar una fase entera del proceso productivo. El proceso de teñido industrial de la lana, conlleva un coste energético y medioambiental más alto respecto al método tradicional, e implica el uso de tintes sintéticos que contienen sal de plomo y otras sustancias contaminantes para el medioambiente y nuestra piel. El teñido tradicional de lana, más sostenible, se realiza sumergiendo la fibra en la tinta a una temperatura de 90 grado mientras se remueve la lana con un palo de madera o caña para que absorba el tinte de manera uniforme. La lana se deja enfriar en el tinte, se saca y se enjuaga con agua para quitar el tinte sobrante. Se seca en un lugar aireado pero sin sol directo. Se pueden crear tintes naturales a partir de una gran variedad de raíces, frutos, hojas, o hierbas, como son la cebolla, el té o la granada. El teñido natural resulta más económico para un pequeño productor pero necesita de más mano de obra y más tiempo.
Usos y cuidado de la lana
La fibra de lana se utiliza para fabricar prendas de todo tipo como gorros, jerséis, camisetas, pantalones o faldas; se utiliza como relleno de almohadas, cojines, sacos para dormir; antaño la lana era el material más común para hacer camas y mantas. Cuanto al cuidado, las prendas y otros enseres de lana deben lavarse a mano, en agua fría y sin remojo, si se utiliza la lavadora mejor lavados cortos y sin centrifugado. A la lana no le gusta nada los detergentes que contienen cloro. Se escurre delicadamente, presionándola sin torcerla, y se deja secar en horizontal o el peso mismo de la fibra mojada deformaría la prenda. Si no estás de viaje, probablemente necesitarás planchar la lana, hazlo a baja temperatura y pon algún tejido entre la plancha y la lana para asegurarte de no arruinarla.
Breve Historia de la lana y alguna consideración más
No hay forma de establecer con exactitud cuando el ser humano comenzó a utilizar la lana, pero se puede conjeturar. Las ovejas se domesticaron entre el noveno y el undécimo milenio antes de la era común. Las razas salvajes presentaban un vello de doble capa. La primera capa era corta, lanosa y de más calidad y estaba cubierta por una segunda capa de pelo largo, tosco y recto que las variedades domésticas han perdido debido a la selección de las crías en función de obtener más lana y de más calidad. Tenemos constancias de selección de cabaña ovina en función de la lana solo a partir del sexto milenio antes de nuestra era, en Oriente Medio: los historiadores apuntan que fue a partir de esta fecha que la lana debía de tener un uso tan extendido e importante como para empujar el ser humano hacia la selección de ovejas más lanudas.
Otros historiadores hacen hincapié en que se pudo utilizar la lana de animales cazados o criados para la carne, aunque de menos calidad, desde mucho antes que se comenzara la crianza de ovejas; otros plantean que la lana se utilizó desde el comienzo de la ganadería y que al comienzo, como con todo, el ser humano se conformó con la lana que producían naturalmente las ovejas, y que solo con el tiempo, las necesidades y sobre todo un largo periodo de aprendizaje, comenzó a producir lanas más finas y de más calidad. Hay que añadir que la lana tiene varios usos posibles que no implican el hilado, por ejemplo la piel curtida del animal, dejando el vello, es una esterilla perfecta para hacer más cómodo el suelo de una cueva del paleolítico. Sea lo que fuese, sabemos por fuentes escritas que en el segundo milenio antes de nuestra era, Babilonia era famosa también por la calidad de su lana y que, un poco como hoy, se distinguía entre ovejas para la carne, para la leche y para la lana, mientras que el resto más antiguo de lana proviene de Nympahion, una colonia griega de Crimea y data del V siglo antes de nuestra era. En época romana la lana y su comercio tenían gran importancia, siendo la lana la fibra téxtil más utilizada, por no decir casi la única, para confeccionar prendas. Durante la edad media la industria textil se convirtió en uno de los pilares de la economía Europea. El comercio de lana bruta y producto finito, así como de minerales y recursos que necesitaba la industria textil, tuvieron una importancia capital en establecer rutas y estrechar cada vez más las relaciones económicas y culturales de los países europeos y Mediterráneos. Los mercaderes Genoveses traían desde el este del Mediterráneo el alumbre que las industrias inglesas y holandesas necesitaban para teñir sus tejidos. El punto de paso obligado de la ruta eran Cádiz y Sevilla. En los barcos viajaban también otros productos y sobre todo noticias e ideas. Hablando más en concreto de España, Castilla y León se convirtió en un pujante productor organizado alrededor de Burgos. La lana se exportaba pasando desde los puertos del Cantábrico, Santander a la cabeza, para alcanzar los mercados europeos. La importancia de la lana empujó a la corona a establecer, reglamentar, y conservar una extensa red de vías para mover el ganado: las cañadas reales, que a su vez vertebraron el sistema viario de España… He necesitado de este breve apartado sobre la historia de la lana para llegar al punto que más me conmueve cuando estrujo la cara en mi cálido y suave jersey: desde hace miles de años la tradición del hilado se transmite de boca a boca, desde hace miles de años que las ovejas, como el olivo, moldean nuestros paisajes y contribuyen a escribir nuestra historia, desde hace miles de años la trashumancia da el ritmo a muchas sociedades: la lana no es solo un producto, es un hecho de tradición, historia, paisaje, cultura, tutela del medioambiente, explotación racional y sostenible del territorio, encima es cálida, ligera, duradera, cómoda y bonita.
Consulta el «Listado de fibras utilizadas en la fabricación de material para viajar y actividades en la naturaleza» si necesitas informaciones sobre otras fibras o comparativas entre fibras.
Y no solo los vestidos ya hechos, sino era también agradable ver como los hacía, tanta elegancia tenía su trabajo, lo mismo si con la lana en bruto formaba los primeros ovillos, que si entre los dedos oprimía el material y suavizaba las vedijas, semejantes a neblinas haciéndolas ir y venir en largos recorridos, y lo mismo si con el ligero pulgar hacia dar vuelta al torneado huso, que si dibujaba con la aguja; bien se veía que Palas le había enseñado.
Ovidio, Las Metamorfosis, I siglo e.c., traducción de Antonio Ruiz de Elvira
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