Viajeros o montañistas, todos los que nos enfrentamos a un mundo abierto, acabaremos para tener que caminar con viento fuerte. Nada podemos hacer para parar su resoplar pero hay algunas buenas prácticas y algo de filosofía que nos serán de gran ayuda cuando se trata de caminar con viento fuerte. Por cierto, son las 17.00 de la tarde mientras escribo y sopla un Poniente fresco y delicado.
- Antes de caminar con viento fuerte mejor conocerlo un poco…
- Afrontar al viento caminando: el componente emocional
- Protege el cuerpo del viento
- Consejos y técnicas para caminar con viento fuerte
- Caminar con viento fuerte: la importancia de saber evaluar los riesgos.
- Lo bonito de caminar con viento fuerte
Antes de caminar con viento fuerte mejor conocerlo un poco…
Todo viajero y montañista, antes de caminar con viento fuerte, deberían conocerlo un poco, como se origina, como se mueve, cuales sus nombres. No se trata solo de adquirir herramientas útiles a nuestras andanzas, sino de acercarnos al entorno con más hondura. Te invito a la lectura de Viento, el respiro del mundo y Los nombres de los Vientos , aquí encontrarás informaciones exhaustivas y un punto de poesía…
Después de un acercamiento al viento en general tendremos que prestar atención al caso específico, o sea el viento que tenemos que afrontar caminando, sobre todo a su fuerza. La protección civil clasifica los vientos en:
- Moderados (velocidad media entre 21 y 40 k m/h),
- Fuertes (velocidad media entre 41 y 70 K m/h),
- Muy fuertes (velocidad media entre 71 y 120 k m/h) y
- Huracanados (velocidad media mayor de 120 k m/h).
En el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos se considera como situación de riesgo la presencia de rachas máximas a partir de fuerte, o sea 41 K m/h. Es una forma de decir que las autoridades te desaconsejan de caminar con viento fuerte. Por cuestiones legales y de organización la Protección Civil está obligada a trabajar con números exactos, pero, nosotros como individuos, tendremos que tener en cuenta otros factores para determinar el riesgo y si es el caso de afrontarlo: estado físico y emocional, experiencia, necesidad, entorno, otros fenómenos metereológicos como la lluvia, temperatura, equipamiento. Son solo algunos de los factores a tener en cuenta cuando caminamos con viento fuerte: cada situación es única, y cada individuo la afronta de forma diferente. A veces el peligro llega de repente y sin que tengamos ganas o equipo, la vida y el viaje no se preocupan mucho de nuestros planes, y es por esto que son tan bonitos…
Afrontar al viento caminando: el componente emocional
El componente emocional es fundamental en toda actividad humana, sobre todo en las que, como caminar con viento fuerte, conlleva riesgos. Respira, relájate, no resistas, el viento está ahí, no puedes hacer nada para alejarlo, es el mejor consejo que puedo darte para caminar con viento fuerte. Un viento fuerte genera una cantidad de energía muy alta, el cuerpo lo nota, a veces entra alegría a veces puede ser que entre miedo, nervios, el alma un poco tensa, una bajada de concentración. Controla las emociones y el pensamiento, lo peor que puede pasarte, sobre todo en alta montaña, es perder el control: a un corazón firme corresponde un paso firme, a una mente serena una decisión acertada. Aceptar lo que la naturaleza nos pone delante, que sea un viento fuerte o una tormenta, nos permite interactuar con ella con la claridad necesaria y sobre todo nos llena de ella.
Protege el cuerpo del viento cuando caminas
Caminar y sufrir una larga exposición a un viento fuerte cansa el cuerpo y el alma, baja la temperatura y puede marear un poco. Tápate las orejas si puedes, cuida que los ojos estén a salvo de lo que el viento te tira en la cara; en general protege el cuerpo cuando caminas o te expones a un viento fuerte. Si puedes, de vez en cuando, descansa del viento detrás de una roca u otro resguardo, aunque solo tumbándote detrás de la mochila. Caminar cuesta arriba con viento fuerte puede ser agotador, cuando pares para tomar un poco de aire hazlo de espalda al viento.
Un viento fuerte provoca perdida de temperatura, sobre todo si no llevamos ropa adecuada o algo que funcione como cortaviento. Para darte una idea, aquí hay una tabla general que muestra cómo la velocidad del viento puede afectar la sensación térmica en relación con la temperatura real:
Velocidad viento km/h
5
15
30
45
Sens. térmica a 0ºC
-5ºC
-11ºC
-18ºC
-22ºC
Sens. térmica a -10ºC
-17ºC
-24ºC
-32ºC
-38ºC
Estos valores son solo aproximados, la relación entre la velocidad del viento y la sensación térmica es compleja y puede estar influenciada por factores ambientales y personales.
Consejos y técnicas para caminar con viento fuerte
Reducir la superficie del cuerpo expuesta a la presión del viento
Caminar con viento fuerte se hace complicado por la fuerza que el viento ejerce sobre nuestro cuerpo: cuando caminas con viento fuerte intenta reducir la superficie del cuerpo expuesta a la presión del viento, encogiéndote un poco por ejemplo, o torciendo el busto, o moviéndote en diagonal respeto a la dirección del viento, mucho depende del peso que llevas y del terreno, sobre todo en alta montaña. De todas formas, la lógica detrás de este consejo es sencilla. La presión que el viento ejerce sobre un cuerpo especifico, en este caso el tuyo, depende de la velocidad del viento, la densidad del aire y el área efectiva expuesta al viento. Al reducir la superficie de cuerpo expuesta al viento, disminuirás el área sobre la cual el viento ejerce presión. Te cansarás menos y tendrás más equilibrio.
Caminar con viento fuerte y mantener el equilibrio
Caminar con viento fuerte y mantener un equilibrio no van de la mano. Mentaliza que tendrás perdidas de equilibrio: concentración y reactividad son tus mejores herramientas para evitar malas caídas. Concéntrate, pero no solo en ti, sino en el viento, las ráfagas son como puñetazos, se ven llegar: mejor agacharse que caer. Tomas pausas cuando se precisa: una concentración absoluta no dura horas seguidas.
Cuando el viento sopla fuerte camina con inteligencia y enfocándote en la estabilidad, por ejemplo evitando pasos muy largos, doblando un poco más las pantorrillas y evitando levantar demasiado las piernas. Ten cuidado con echar el peso hacia la dirección del viento para balancear su presión: un cambio repentino en su fuerza te haría tropezar. Utilizar los bastones de andar es una elección muy sabia: 4 puntos de apoyo son mejor que 2.
Puede ser que tengas la posibilidad de caminar cerca de una pared que te ofrezca apoyo, sobre todo cuando camina en alta montaña. Ten cuidado, porque es también algo duro, con sobresalientes afilados, donde chocar por una ráfaga o una perdida de equilibrio.
La ropa tiene su importancia, no solo para proteger el cuerpo, sino para ofrecer menor resistencia al aire. Cuidado cada vez que abras los bolsillos o la mochila, el viento podría llevar a los pájaros algo inútil para ellos pero importante para ti.
La paciencia es fundamental: no sabes cuanto puede durar una situación de viento fuerte.
Alterar el recorrido para protegerse de un viento fuerte
Cuando te encuentras a caminar con viento fuerte puedes elegir alterar tu recorrido para buscar un poco de protección, por ejemplo cambiar de ladera si estás en la montaña, poner algún obstáculo como un cultivo/bosque/caserío si caminas por áreas menos salvajes; un mapa y sobre todo una buena observación y conciencia del entorno deberían proporcionarte datos suficientes. Puede ser que no sea rentable dar vueltas o alargar el recorrido, todo depende de tu ánimo y de la situación, a veces andar contraviento cantando como un loco es divertido y remueve un poco de adrenalina por ahí. A más altura a menudo corresponde más viento, baja si puedes y si las condiciones te lo aconsejan. Controla prisa y nervios, sobre todo en alta montaña, aumentan mucho la posibilidad de caídas y malas elecciones .
Caminar en zonas expuestas al vacio con viento fuerte
Caminar en zonas expuestas al vacío con viento fuerte, por ejemplo crestas, necesita mucha, pero mucha concentración. El viento altera el equilibrio, también si con tu propio peso balanceas la presión del viento, las ráfagas de golpe pueden alterarlo provocando caídas. Nunca confíes en el viento, sin avisarte de la nada puede sacar una ráfaga de 20 kilómetros horarios más fuerte y tirarte al suelo, también si estás muy concentrado. Si en lugar del suelo tienes el vacío podrías morir o dañarte en serio.
En general, a no ser que buscas ponerte a prueba, y en este caso tienes todo mi respeto si lo haces con conciencia y sin niñerías, yo evitaría crestear cuando sopla viento fuerte. Otra cosa es que el viento te pille arriba sin que te lo esperes. En este último caso, como siempre, la tranquilidad, un poco de espera cuando se precisa y mucha cabeza, te serán de gran utilidad. También gatear con estilo ayuda: cuatro apoyos son mejor que dos, el cuerpo recogido ofrece menor superficie donde el viento puede ejercer su presión, no puedes caer si estás doblado, bueno, es más difícil.
Caminar cerca del agua con viento fuerte
Los senderos de costa son quizás una de las joyas del senderismo de la Península Ibérica. Si eliges caminar cerca del agua con viento fuerte tienes que estar seguro de la viabilidad del sendero: las olas, sobre todo en la costa Atlántica, llegan fácilmente tierra adentro. A lo menos te mojan, a ti y al material, a lo malo te arrastran al agua. Si cae al agua, dependiendo de temporada; orografía; sangre fría; capacidad de no entrar en pánico y quitarte la mochila y la ropa; nivel de natación; y sobre todo suerte; podrías morir, o no. Como con crestear, si la senda va por un acantilado alto bastante, las olas no te pueden alcanzar, pero el viento puede tirarte al agua. No hay que tener miedo, solo ser consciente de las situaciones, a veces la única opción es dar la vuelta, la espera, o la muerte.
Caminar con viento fuerte: la importancia de saber evaluar los riesgos.
En alta montaña, costa o campaña, que se trate de andar con niebla o lluvia, o caminar con viento fuerte, diferencia no hay: la importancia de saber evaluar los riesgos, y si somos capaces de afrontarlos, es fundamental. A veces las cosas pasan sin quererlo. Tenemos que luchar y salir vivos. Otras veces buscamos enfrentarnos a la naturaleza para ponernos a prueba: si es lo que buscas, hazlo con conciencia e inteligencia, pero repito, hay casos que meterse equivale a una condena, eres el único que puede evaluarlo, experiencia y serenidad siempre te serán de gran ayuda.
Conocer el viento y como la orografía lo cambia puede ayudarte a tomar elecciones sabias al momento de planear una ruta. Las previsiones meteorológicas son una herramienta invaluable en término de seguridad, pero entiendo que no a todos les gusta saber de antemano lo que pasará: si eliges ir a la aventura hazlo con cabeza, y sobre todo teniendo la conciencia más profunda de tu nivel real, de tu estado físico y mental al momento, de tus límites y de los de quienes eventualmente te acompañan.
Sí paras de caminar para cocinar algo y el viento sopla fuerte y no hay resguardos, espero que tengas o sepas improvisar un cortaviento con piedras, poncho o cualquier otra cosa que tengas a mano. Si el viento sopla fuerte una pantalla de 20 cm no le hará mucho. Una opción es, por supuesto si estás acampando, cocinar en el porche de la tienda, pero depende del modelo que tengas. Por lo general llévate algo que puedes comer frío por si la cosa se pone chunga: cocinar con un Mistral a 120 km por hora es bastante complicado, ya que el cortaviento volará junto con olla y hornillo.
Os cuento una historieta italiana en tema viento y vida diaria. Mi padre se crió en la posguerra, en Roma. No tenían casi nada en aquel tiempo, a menudo procurarse suficiente comida era un desafío. El hombre me contó que cuando era invierno y soplaba viento fuerte se ponía debajo de la camiseta hojas de periódico. He probado yo también y funciona como un buen cortaviento.
Lo bonito de caminar con viento fuerte
El viento fuerte no es solo un obstáculo al caminar, tiene puntos buenos: seca la ropa rápido, es bonito como el mar, si está soplando fuerte probablemente será un perfecto indicador meteorológico o un buen elemento de orientación, levanta las faldas de las mujeres o le quita la toalla a un chico hermoso. Todo se agita y se mueve, parece que el mundo baila, a pesar de que a la hora de caminar o acampar el amor al viento se transforma en odio.
Me ha venido muy bien para estos días de temporal. Gracias 🙂
Gracias a ti Chelo.