Vista del Macizo del Gran Sasso, cumbre más alta del Appennino Italiano, completamente hecho por roca caliza
Gran Sasso d'Italia, cumbre dell'Appennino (Viaje a Edén)

Blanca como nieve o gris como el tiempo, nacida por el progresivo acumularse de materia viva y minerales bajo el fondo de los antiguos mares, en la península ibérica la roca caliza toma formas de extrema belleza. En esta entrada hablaremos de cómo se forma la roca caliza, y de su presencia en el paisaje de la península Ibérica.

¿Qué es la roca caliza?

La roca caliza es una roca sedimentaria, al igual que la arcilla, compuesta por al menos un 50% de carbonato de calcio (CaCO₃) en forma de calcita o aragonita, o sea, su componente básico es el mismo de las conchas de los moluscos marinos, un “detalle” que más adelante nos sorprenderá. No es raro que la roca caliza presente también magnesita (MgCO3) u otros carbonatos. La caliza pura es perfectamente blanca, pero su color puede variar dependiendo de las impurezas presentes en la roca y las condiciones bajo las cuales se formó. El óxido de hierro da la caliza un color amarillento, rojo o pardo; los sulfuros presentes en la superficie de la roca, como la pirita o la marcasita, se oxidan a contacto con el aire dando un color rojizo; raras veces tenemos roca caliza negra, por un alto contenido de material orgánico o manganeso; rojo o rosa por la presencia de hematita, curiosidad, el nombre de hematita proviene del griego «haima,» que significa sangre, en referencia a su color.

Primer plano de una roca caliza en el desfiladero de los Gaitanes, Andalucía. Viaje a Edén, Creative commons atribución 4.0 internacional
Primer plano de una roca caliza en el Desfiladero de los Gaitanes, Andalucía (Viaje a Edén)

Como se forma la roca caliza

La roca caliza se clasifica como roca sedimentaria, porque se forma a partir de la acumulación y cementación de sedimentos orgánicos y minerales, formados principalmente por carbonato de calcio (CaCO₃). Por cierto, las rocas sedimentarias son una de las tres principales clases de rocas, junto con las ígneas y las metamórficas. Como todo lo que atiene a la tierra, el proceso de formación de la roca caliza ha tardado millones de años, y ha involucrado mares, continentes y la muerte y el nacimiento de muchos seres. Para comprenderlo tenemos que regresar en el pasado, a hace millones de años, y perdernos en un tiempo tan ancho, tan hondo, que rehúye cualquier verdadera comprensión humana, a pesar de que la herencia de este pasado la vivimos a diario a través del presente.

Impresionante formación caliza en el Macizo de Ubiña, los castellines visto desde Peña Ubiña Grande
Los Castellines, Macizo de Ubiña, Asturias (Viaje a Edén)

Ambiente de formación

El ambiente de formación de la roca caliza es el agua, es este el único medio que asegura que se cumplan una y todas la condiciones necesarias para su creación. La mayoría de las rocas calizas se formaron en el fondo de mares cálidos y poco profundos, pero algunas han preferido las aguas más tranquilas de los lagos.

hermosa vista del oceano, el agua es el ambiente de formación de las mayorías de las rocas calizas
Agua, ambiente de formación de las rocas calizas, Tarifa (Viaje a Edén)

La sedimentación o acumulación del material

La primera fase del proceso de formación de las rocas calizas es la sedimentación, o sea la acumulación del material que formará la roca. Hace millones de años, todavía no había ni pájaros ni peces, pero los mares rebozaban ya de vida. Eran criaturas sencillas, dotadas de concha, externa o interna, cutícula, caparazón o exoesqueletos. El componente básico de las partes duras de estos organismos estaba hecho de carbonato de calcio. Al morir el animal, y después de un lento y largo flotar por las aguas, cutículas, conchas y caparazones, se depositaban delicadamente en los fondos marinos, juntándose a los carbonatos que precipitaban del agua por reacción química, o a los producidos por las algas. En algunos casos, fragmentos de caliza ya formada o sedimentos de carbonato de calcio podían ser transportados por las corrientes y depositados en nuevas ubicaciones. En muchos casos podemos observar claramente los estratos de sedimentación como surcos en la piedra. A pesar de que la roca caliza se formó por la acumulación de estratos orizontales al terreno, a veces, debido a los empujes tectónicos, los estratos acabaron inclinados o perpendicolares al suelo.

Hermoso fósil de amonites, encajonado en una roca caliza
Fósil de amonites, uno de los seres que han contribuido a la formación de las rocas calizas (BECKS, de flickr)
Estratos verticales de roca caliza en el Caminito del Rey. Las líneas son los niveles de sedimentación puesto verticales por el empuje de las placas tectónicas. Viaje a Edén
Estratos verticales de Roca caliza en el Caminito del Rey, Málaga. La posición vertical se debe a los empujes tectónicos, en su origen yacían horizontalmente al terreno (Viaje a Edén)

Compactación

A diario, centenares de millones de partículas de carbonato de calcio, de los seres vivos que allí existían, se acumularon en el fondo de las aguas, y así durante miles de años, hasta llegar a los millones. Lo que era un fino estrato de fragmentos de conchas, cascaras y partículas toma el espesor de lo que serán montañas; la presión de las capas superiores de sedimentos comprime lentamente las capas inferiores compactándolas. Se conoce esta segunda fase del proceso de formación de la roca caliza como compactación.

Cementación

La cementación es la última fase de formación de la Roca Caliza. Minerales disueltos en el agua actúan como cemento, ligando las partículas de carbonato de calcio y consolidándolas en roca sólida. La roca caliza queda ahora perfectamente formada, pero sigue yaciendo en el fondo de las aguas.

Roca caliza rodeada de nieve en los Montes Lucretili, in Italia
Roca caliza rodeada de nieve en Campitelli, Italia (Viaje a Edén)

La emersión a la luz del Sol

La roca caliza ya está perfectamente formada debajo de las aguas, esperando. De pronto, pero lentamente, el grandioso movimiento de las placas tectónicas comienza a comprimir el fondo de los mares. Empujados por la fuerza de los continentes, los fondos marinos emergen en un inmenso y lento proceso de formación de las montañas, que la ciencia, enamorada del griego, llamó orogénesis (horo=montaña, génesis=creación, formación). Una vez emergidas de las aguas, las rocas calizas se poblaron de plantas, animales que respiran y luego, de seres humanos.

Un hermoso valle de la Cordillera del Cantabrico completamente hecho por roca caliza. Viaje a Edén creative commons atribución 4.o internacional
Un valle de roca caliza en la Cordillera del Cantábrico, Asturias, hace millones de años del fondo del mar (Viaje a Edén)

Cuando se formaron las rocas calizas

Rocas calizas del Precámbrico (hace 3.700 millones de años)

La formación de las primeras rocas calizas tuvo lugar en un largo momento de hace 3.700 millones de años, los humanos elegimos llamar aquella edad del mundo Eoarcaico, una era del Precámbrico. Somos animales curiosos, queremos fragmentar por partes un tiempo que nunca alcanzaremos ni entenderemos del todo… En aquel entonces el mundo estaba ocupado por un solo enorme Océano, que llamamos Panthalassa (del griego pan=todo y thalassa=mar), y todos los continentes estaban unidos en una sola tierra que se llamó Pangea (del griego pan=todo y gea =tierra). Rocas calizas tan antiguas son más bien raras, un extraño testigo de un pasado remoto. Se formaron en ambientes marinos poco profundos donde organismos como las cianobacterias producían estromatolitos, estructuras sedimentarias compuestas de capas de carbonato de calcio, que formarían el primer material, junto al carbonato que precipitaba del agua por reacción química, para la formación de las rocas calizas más antiguas. 

Rocas calizas del Paleozoico (hace 541-252 millones de años)

Durante esta era, las condiciones marinas eran ideales para la formación de extensos depósitos de caliza. Los mares eran cálidos, poco profundos, y estaban llenos de vida. Los corales cubrían los arrecifes; los trilobites, curiosos seres cubiertos de una cutícula constituida de carbonato cálcico, se movían por las aguas profundas; nacieron los braquiópodos, creadores de las primeras conchas; se multiplicaron los amonites, animales con una cabeza parecida a las sepias y un cuerpo que recordaría un poco a un caracol; millones de foraminíferos, diminutos seres marinos de caparazón, brotaron en las aguas; y los equinodermos, ancestro de nuestro erizos y estrellas de mar, comenzaron a colorear estos antiguos mares. Fue durante estos tiempos que se formaron las rocas calizas de Misisipi (hace aprox. 359-323 millones de años) en América del Norte.

Rocas calizas del Mesozoico (hace 252-66 millones de años)

Fue durante el Mesozoico que se formaron las mayorías de las rocas calizas de la Península Ibérica. Durante el Mesozoico continuaron positivas condiciones de los mares, cálidos y tropicales, donde, al lado de los antiguos, brotaron nuevos seres como las belemnites; parecidas a las actuales sepias, las belemnites tenían una concha interna que engrosó los sedimentos propicios para la formación de las rocas calizas. Durante el periodo Jurásico, subdivisión más tardía de la era Mesozoica, la evolución de la especie llegó al nacimiento de animales más grandes dotados de esqueleto, formato, tal como las conchas, por carbonato de calcio: los dinosaurios contribuirán a la formación de la roca caliza con el aporte de sus propios huesos y, desde un punto de vista humano, enriquecerían la belleza de la roca caliza de este periodo con sus extraños fósiles.

Estratos verticales de roca caliza en la Cordillera del Cantábrico, Asturias (Viaje a Edén)
Estratos de roca caliza en la Cordillera del Cantábrico (Viaje a Edén)

Calizas del Cenozoico (hace 66 millones de años hasta el presente)

La formación de calizas continuó durante la era Cenozoico, especialmente en las plataformas continentales y en mares tropicales. Son las rocas calizas más jóvenes del planeta, y las que menos han sufrido alteraciones.

La roca caliza en el Paisaje Ibérico

El Macizo de Ubiña, casi como un faro de tierra, mira al mar y miran a él los marineros, surcando las duras aguas del Cantábrico; su cresta caliza se levanta en el medio de la cordillera. Crestas como cuchillos, peñascos como dientes, barrancos profundos como la noche, gargantas donde el sol no llega: la roca caliza moldea el paisaje ibérico con formas de profunda belleza, el caminante solo puede parar, quedarse en silencio, mirando la obra de la naturaleza, verdadero arte y maestra de vida. Se abren en la Roca Caliza las cuevas de Altamira, del Soplao, de Covalanas, que guardan el secreto mensaje de nuestros ancestros, testigos más antiguos de la necesidad humana de expresarse. Cuevas y simas siempre fueron para nosotros las cancelas abiertas hacia las honduras de la tierra, el umbral donde se entremezclan la oscuridad y el cielo. Son de Roca Caliza las piedras de las grandes catedrales, de los palacios, de las fábricas reales, huellas de una historia a menudo demasiado amarga, pero es el único pasado que tenemos. No se trata “solo” de piedra, no se trata “solo” del asombro del alma cuando entiende con el espíritu que estos gigantes de piedra caliza fueron un tiempo criaturas vivas: la roca caliza es parte de nuestra historia, de nuestro paisaje, de nuestro ser, humanos entre la tierra y el cielo. Buen Viaje, buena vida.

Pinturas rupestres sobre roca caliza en la Cueva de Covalanas, Cantabria
Pinturas rupestres en la Cueva de Covalanas, Cantabria (Comunidad Autónoma de Cantabria)
Un hombre sentado entre las formaciones calizas en la Cueva de Covalanas, Cantabria
Cueva de Covalanas, Cantabria (Comunidad Autónoma de Cantabria)

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